
Si volviera el tiempo atrás, vería una mano pequeña haciendo huecos en mi palma, tratando de meterse adentro mío como un gusanito inquieto (Pablito, vos me entendes)
Ahora veo un muchachote, lindo él, fuerte él, pero igual de tierno, igual de cariñoso, igual de mimoso, con la poesía en el alma y la musica en su corazón,
Son una prolongación los hijos de uno mismo...eso se siente día a día, cuando los vemos crecer, parecidos a veces a nosotros sus padres...eso es un gran placer, un logro, la vida de uno, en otros...ellos son nuestros hijos, flechas que mandamos al espacio, llenos de ilusiones, con la pequeña esperanza que no vuelen demasiado alto, asi los podemos ver.